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Por: Iliana García Giraldino
Fotos: Karoly Emerson
El rítmico sonido de las olas y la cálida brisa marina abrigaron las cenizas de la querida amiga de Cuba, la irlandesa Bernie Dwyer. Fueron lanzadas a nuestro mar por Gerardo, Antonio, Fernando y René, junto a los familiares y amigos de la querida activista social, que hasta su muerte, y aun gravemente enferma, no dejó de luchar por la liberación de Los Cinco.
Emoción callada, angustiosa, marcada por el recuerdo del gran ser humano que fue Bernie. Este viernes seis de marzo lloraron sus hijos Juliana, Cristina, Lissa-Anne y David, y quien fuera su esposo, Dave. Era su profundo dolor, compartido por los Héroes y sus familiares, por compañeros de trabajo de Radio Habana Cuba (RHC) ―donde ella trabajó durante más de 10 años—, por sus vecinos, amigos, y camaradas del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP).
Fueron momentos impresionantes. Los Héroes por los que Bernie luchó durante años, lanzaban sus cenizas en íntimo acto. No llegó a verlos libres. Muy triste.
Ella quiso compartir sus cenizas en su tierra y en Cuba. “Nosotros somos sus hijos, pero todos ustedes también son su familia. Ella ha regresado a su casa”, expresó conmovida Juliana, incapaz de detener las lágrimas, con palabras entrecortadas.
En la costa habanera se producía la impactante ceremonia. Minutos antes Gerardo hablaba a los familiares de Bernie, asegurando que gracias a personas como ella «nosotros estamos hoy disfrutando de nuestra libertad y felicidad».
Hay quien piensa en la solidaridad en término de resultados, creo que es más importante su rol en el día a día de nuestras vidas como prisioneros, expresaba, y agregaba: «Necesitábamos de vuestro apoyo solidario en cada momento, y en ese sentido Bernie fue muy importante».
Siento no haberla conocido personalmente, nuestras familias nos hablaban de ella, tuve oportunidad de conversar con Bernie por teléfono, recordaba Gerardo, y se regocijaba por aquellos que tuvieron la oportunidad de conocerla «como luchadora, amiga, hermana».
Relató que «un día supimos de su enfermedad y nos asombró que hubiera seguido batallando por Los Cinco, trabajando muy duro. Su ejemplo siempre fue un estímulo para nosotros y nos dio fuerzas».
Cuando regresamos a Cuba, añadió Gerardo, expresé nuestra gratitud a aquellos amigos que lucharon por nosotros y ya no estaban, “uno de ellos era Bernie”.
Y dijo: Pienso que ustedes han sido muy afortunados de tener un familiar como Bernie y nosotros muy afortunados de haber tenido una amiga como ella. Va a estar con Los Cinco por siempre.
Finalizó sus palabras poniendo de relieve que el apoyo de Bernie no fue solamente a Los Cinco, sino a Cuba entera y a todas las causas justas. «Todo revolucionario cubano está agradecido por lo que Bernie hizo», aseveró.
Mirta, la mamá de Tony, habló en nombre de los familiares de Los Cinco que «conocimos personalmente a Bernie y lo que significó para la causa (…) tuvimos con ella una gran amistad, le profesamos un gran cariño, infinito agradecimiento».
«Soy privilegiada de poder hablarle a ustedes, sus hijos, de cómo era. Estoy orgullosa de haber conocido a esta mujer llena de amor. Cuando enfermó, se iba, se recuperaba, y volvía. Era una mujer de un valor extraordinario, de gran entereza. Queremos expresarles cuánto la amamos, respetamos y le agradecemos», añadió.
Todos abrazaban a los familiares de Bernie, en una jornada dedicada a su memoria, que había comenzado en la mañana, en el Campamento Internacional Julio Antonio Mella (CIJAM), de Caimito, donde fue develada una tarja en su honor alrededor de la cual fueron también depositadas sus cenizas.
Kenia Serrano, presidenta del ICAP, acompañó las actividades de este día en memoria de la querida amiga.
En el CIJAM también se encontraban Fernando y Mirta. Allí Elio Gámez, vicepresidente primero del ICAP, manifestó el gran honor de rendirle homenaje a Bernie, cuyos vínculos con Cuba comenzaron en ese propio campamento en los años 80, como parte de una brigada europea de solidaridad. Fundó la Campaña de Solidaridad con Cuba en Irlanda. Después radicó en Cuba donde fue condecorada con la Medalla de la Amistad y la Félix Elmuza.
Añadía que Bernie, miembro del Comité Internacional por la Libertad de los Héroes Cubanos, era una compañera entregada a su trabajo, activa luchadora por Los Cinco por los que participó en numerosos eventos internacionales. De grandes convicciones, «dura de convencer, alegre, bromista, revolucionaria, nuestra amiga y hermana, a la hora de trabajar era la primera (…) hizo un gran aporte con su trabajo al ICAP, nunca la vamos a olvidar».
Lissa-Anne, abrazada al recuerdo de su madre, manifestó a los amigos que era un momento muy difícil para ella y su familia, agradeciendo el homenaje y el sentir cuánto quieren a Bernie en Cuba, evocando su tenaz lucha por Los Cinco.
Más tarde se produciría la ceremonia junto al mar. En Miramar, cerca de donde residía Bernie, documentalista premiada. No faltaron en esos momentos sus vecinos. «Era una más en el barrio», recordaban Liliam y Miriam.
Isabel, una de sus compañeras de trabajo en RHC, no pudo contenerse. Lloraba. Recordaba a Bernie cuando realizó dos giras por Estados Unidos, corriendo con sus gastos y venciendo numerosas dificultades, para difundir la verdad de Los Cinco, y su lucha titánica contra el cáncer manteniendo el trabajo solidario hasta el último momento en que le fue posible. Falleció el 10 de julio de 2013.
Todos coincidían en que ha sido muy triste que Bernie no alcanzara a vivir para ver libres a Los Cinco. «La vida es injusta», pensé imaginando cuanta felicidad hubiese ella sentido. Lo comento a Gerardo, y con su mirada clara y el corazón entero, me dice: «es cierto, pero la vida es parte y parte. Si ella no hubiese sido excepcional como fue, no se hubiesen reunido aquí tantos amigos que la amaron y admiraron, para rendirle tributo y agradecerle». Reconfortan las palabras de Gerardo.
Bernie está en sus hijos, en Irlanda y en Cuba, en el horizonte luminoso, optimista y solidario adonde volaron sus cenizas en el eterno sendero de los buenos, los nobles, los generosos, los luchadores. Esos seres humanos que sembrando amor se hacen inolvidables haciéndonos mirar al futuro.